Conecta con nosotros

Opinión

ESTAR CONTRA TODO Y A FAVOR DE NADA por LUIS OCHOA MINJAREZ

ESTAR CONTRA TODO

Y A FAVOR DE NADA”

 

Luis Ochoa Minjares

 

   Ejercer la crítica sistemática y olvidarnos de la autocrítica ha permitido que los articulistas caigamos en el feo vicio de “estar contra todo y a favor de nada” y, además, perdamos de vista la alta misión que tiene en estos tiempos el artículo editorial como instrumento de auxilio y ayuda a los propósitos de transformar y modernizar nuestro entorno orientando debidamente a los lectores.

 

   Parece llegado el momento de colocarnos frente al espejo de la autocrítica y preguntarnos con todo valor y sangre fría si realmente estamos haciendo el uso adecuado del artículo editorial como una de las facetas de mayor alcurnia de la comunicación colectiva orientada a orientar no a confundir al lector.

 

   Muchas veces ni siquiera conocemos la estructura y las normas de redacción de un artículo editorial y a final de cuentas lo que ofrecemos al lector es una sarta de ditirambos y cero conclusiones, propuestas o sugerencias. Un artículo editorial que no concluye en nada, hace más daño que bien porque contribuye a desorientar al lector.

 

   Por alguna razón el claustro de analistas políticos y politólogos capitalinos impusieron la norma inflexible de leer de cabo a rabo los artículos de sus compañeros de medio y olvidarse de esa vergonzosa excusa de que “yo no leo los artículos de fulano de tal porque me cae gordo”.

 

   Criticar solamente lo criticable e ignorar lo positivo que realiza el ser humano y sus instituciones, contribuye a confundir a la colectividad y a sembrar el desaliento, la indiferencia y a fomentar la confusión política y social. Por ello la honrosa misión y la alta responsabilidad actual de los artículos editoriales. Dejemos pues, estar contra todo y a favor de nada.

 

EL ARTÍCULO

EDITORIAL

 

   Sigue vigente la concepción de la función del artículo editorial de analizar y enjuiciar de acuerdo con su trascendencia, los acontecimientos importantes del momento. El artículo editorial es eficaz cuando tiene aplicación con realidades periodísticas concretas, la primera condición que debe tomarse en cuenta para redactar un artículo que tenga algo verdaderamente qué decir.

 

   Según Carlos Marín y Rubén Leñero el artículo editorial es acción y una de sus características es que sea convincente, que trate de ganar con argumentos la voluntad de los lectores, que los mueva a pensar, sin autoritarismos dogmáticos, sin terquedad absurda ni cerrazón ideológica.

 

   La estructura más elemental de un artículo editorial incluye tres partes básicas: el tema, el análisis y la conclusión. A menos de que se trate de ese tipo de artículos editoriales que empiezan echando pestes contra todo y contra todos, continúan vomitando sapos y culebras a diestra y siniestra y terminan lanzando anatemas por todos lados sin enunciar o analizar algo, ni proponer o concluir en nada. Son una especie de tolvas de desahogos personales.

 

   Tales comentarios vienen al caso porque continuamente nos encontramos  en los portales de la Internet  con pretensiones de artículos editoriales, pero que no pasan de simples colecciones de adjetivos calificativos despectivos, reclutados también a diestra y siniestra y según el grado biliar de sus autores, de su índice de frustraciones personal y de la medida de su amargura.

 

   Por fortuna, nuevas  y múltiples voces frescas y sin prejuicios surgen cada día de ese manantial inagotable de valores que son nuestras  universidades nutridas por el pueblo sencillo y trabajador. Muchos articulistas con nuevos ímpetus, más bríos y otras ideas confeccionan ahora el material digno de leerse, y lo hacen con singulares resultados y brillantes éxitos.

 

LIBRETON

POLITICO

 

   CLARIDOSO.- El Subsecretario de Prevención Roberto Campa Cifrian vino y, entre otras cosas buenas, le puso el alcoholímetro a Juárez y sentenció: “el combate a las drogas no solo es a las ilegales como la marihuana, sino a las legales como el alcohol, mismas que han ido en aumento”.

 

   REVISION.- Pero el funcionario federal fue enterado, por fortuna, oportunamente que el gobierno del Estado tiene en vigor una revisión rigurosa de antros de vicio y expendios sotoleros, de los cuales van más de treinta clausurados por irregularidades evidentes. Juárez se mueve.

 

   METICHON.- Como siempre, el Tio Sam sabe cuando meter su cuchara en los asuntos internos de México. Nos ofrece “ayuda” para hacer frente al conflicto de Michoacán. La aceptamos, si es la única ayuda que se requiere: que suspenda inmediatamente la compra de marihuana y la venta de armas a la delincuencia organizada.

 

   PEGUE.- Los parralenses locos de contento por el “pegue” que tiene el gobernador Duarte entre los gobernadores del país. Luce sonriente en una foto en medio de Miguel Angel Mancera jefe de gobierno del Distrito Federal y el viejo y experimentado político don Arturo Núñez durante el informe del gobernador tlaxcalteca Mariano González.

 

   ¿RESENTIDO?.- El miércoles 8 del que cursa, el peje lagarto don Manuel Andrés López Obrador perdió los estribos y en su discurso de Santiago Ixcuintla, Nayarit, se refirió al presidente Peña Nieto como “este mequetrefe” y más tarde en su cuenta tuiter se pasó de la raya y lo llamó “mentecato”. ¿Enloqueció o qué le pasa al peje?

 

   PELANGOCHE.- En cambio para la revista estadounidense “Time” Peña Nieto ha sido catalogado como una de las 100 personas más influyentes del mundo. Y para Bill Richardson exgobernador de Nuevo México, el mandatario mexicano “combina el carisma de Ronald Reagan con la inteligencia de Barak Obama y las habilidades políticas de Bill Clinton”. Así que nuestro Presidente no es cualquier pelangoche como cree el peje.

ACERTADA.-Carmen Fernández, Directora nacional de la Red de Centros de Integración Juvenil (CIJ) en su visita a Juárez dijo que se trabaja en la reconstrucción del tejido social y el reconocimiento de los factores de riesgo que orillan a los jóvenes a caer en algún vicio. Entre ellos: violencia intrafamiliar; bullying; Depresión; no saber manejar situaciones difíciles; además de la sobre exposición en que están las nuevas generaciones sobre la cultura de mayor placer.

 

   PUENTESOTE.- Los guadalupenses y los tornillenses están de plácemes por la iniciación de las obras del puente que unirá a Tornillo Tejas con Guadalupe, Chih., obra necesarísima que había sido aplazada durante más de dos años. Será un cruce internacional más que contribuirá a desahogar los cruces juarenses. Felicitaciones.

 

   TALACHA.- Alejandro Domínguez, líder estatal del PRI trabaja a marchas forzadas para renovar los comités directivos de los comités municipales de ese partido con vistas a las elecciones del año entrante. Hasta ahora parece que no le está fallando la comalada de treintañeros que tuvieron acceso a la polaca.

 

   FINALMENTE, échate este trompo a la uña estimado lector. Si tienes oficio político y estás atento a los mensajes cifrados, podrás decirme quien, donde y cuando dijo estas palabras: “De ninguna manera aspiro a ser un gobernador muy popular, sino en seis años transformar de fondo al Estado y estar listos para los nuevos tiempos”.

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo
Publicidad Caleb Ordoñez 
Clic para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

¿México lindo y querido? Por Itali Heide

Itali Heide

Estoy orgullosa de muchas cosas que han salido de mi país. Me alegra decir «soy mexicana» en cualquier otro lado porque siempre hace sonreír a alguien e invoca una fiesta. Estoy orgullosa del pozole y de las enchiladas. Me siento feliz al ver las calles coloridas y las sonrisas amables dibujadas en los rostros de la gente en cada pueblo del país. Me siento orgullosa de muchas cosas, pero dentro de la suerte que siento por haber nacido en México, también estoy tremendamente triste por lo que el país ha crecido en su ser profundo.

Me da miedo ir caminando y encontrar un cuerpo con huellas de violencia tirado en medio de la calle. Me aterran los silbidos y comentarios inapropiados que nos persiguen a mí y a otras mujeres a donde sea que vamos. Me entristece la pobreza fomentada por cuestiones sistémicas que la política se niega a reconocer. Odio ver cómo el racismo y el clasismo viven cada día a través de nosotros. Odio ver cómo la corrupción, la violencia, el crimen y la envidia se apoderan del amor, la calidez, el impulso y el talento que vive en el corazón de la mayoría de los mexicanos.

Por mucho que ame a mi país, también soy capaz de encontrarle defectos. A veces, quiero empacar mis maletas y largarme de aquí, pero si eso es posible o no, ni siquiera es la cuestión. Tal vez no debería de considerar la posibilidad de irme, sino considerar formar parte de las olas de cambio que podrían crear una corriente de desarrollo a largo plazo en un océano de potencial sin explorar. Es un riesgo, por supuesto, como quizá advertirían muchas personas encontradas en bolsas de basura que no han vivido para contarlo. Pero alguien tiene que hacerlo.

¿Cómo es posible que un lugar con tantos paisajes naturales hermosos, culturas indígenas preservadas, una gastronomía maravillosa, ciudades en expansión, economías en crecimiento, comunidades prósperas y escenas artísticas en auge esté plagado de amenazas ecológicas, racismo, hipercapitalismo, pobreza cada vez mayor y clasismo sistémico? Parece un oxímoron social, pero la verdad es que México es un país profundamente problemático porque nosotros lo hemos hecho así.

Permitimos que los programas de televisión que muestran a las mujeres como objetos sexuales llenen nuestras mentes, descuidamos la educación para llenar los bolsillos de nuestros políticos con dinero extra, ignoramos a quienes creemos que están por debajo de nosotros para promover nuestras propias necesidades egoístas, dejamos que la tierra se disipe lentamente para satisfacer nuestros deseos inmediatos, adoramos el suelo que personajes cuestionables ponen ante nosotros y tomamos decisiones que alejan al país de ser lo que podría ser, todo en nombre del «progreso».

Somos egoístas y corruptos, por decirlo en términos sencillos. Podemos celebrar las muchas cosas que amamos de nuestro país, pero no olvidemos las miles de cosas en las que debemos trabajar para que México sea realmente amado. Al final del día, no tenemos a nadie más que a nosotros mismos, las personas con el poder de cambiar las cosas, para culpar de lo que ha sucedido a todos los que no tienen más remedio que seguir el camino por el que México camina.

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo

Opinión

¿Qué tan mexicanos somos? Por Caleb Ordóñez T.

La gente se agolpaba, entre gritos de “¡Viva México!” y alargando sus brazos para pasar a la distancia más cercana de “la gran campana”, miles y miles de personas disfrutaban de la fiesta más mexicana del año. Un día tan especial que nos recuerda los valores patrios que han marcado nuestra mente desde la infancia. Entre esa amalgama, se agolpan los recuerdos que recorren nuestras fibras más internas de las entrañas.

Los lunes de cantar el Himno Nacional y saludar a la bandera; los momentos cuando en voz alta declamábamos el juramento a esa insignia nacional: “Bandera de México, legado de nuestros héroes, símbolo de la unidad de nuestros padres y de nuestros hermanos, te prometemos ser siempre fieles a los principios de libertad y de justicia que hacen de nuestra patria, una nación independiente, humana y generosa a la que entregamos nuestra existencia». Seguido del llamado: «¡Firmes, ya!», instrucción de alguien con autoridad que gritaba para culminar la tradición que viene desde el “saludo romano”.

Por Caleb Ordóñez T.

 

Cada año, el 15 de septiembre se convierte en un momento que nos enfrenta a nuestra mexicanidad.

José Alfredo Jiménez, el poeta del pueblo, lo relataba con un cántico lleno de orgullo: “Viva México completo, nuestro México repleto de belleza sin igual. De esta tierra que escogió para visitarla la virgen del Tepeyac”.

Ser mexicano es para la mayoría, un honor. A pesar de nuestras diferencias, es común que un mexicano se abrace con otro cuando la Selección Mexicana le atesta un gol a la poderosísima selección de Alemania en un Mundial de futbol, como sucedió en Moscú, en el 2018.

Pero el 15 de septiembre es una fecha sin igual. El pozole se prepara a lo lago y ancho del país, recordándonos nuestros colores, olores y sabores. El mariachi tendrá que resonar llegando a hacer un eco imposible de detener; nos recuerda las raíces, los sones y los cantos que nos han dado identidad alrededor del mundo. ¡Qué alegre es la noche que recordamos nuestra independencia!

¿Qué tan orgullosos estamos?

Pregunté en un grupo de Whatsapp, con queridos amigos. Esos grupos donde comúnmente se habla de todo lo que sucede día a día: “¿Ustedes se sienten igual, más o menos mexicanos que cuando eran niños?”. De pronto, reinó un silencio, que estoy seguro, hacía reflexionar a quienes leyeron la incómoda (o también poco interesante) pregunta.

Uno de los participantes del grupo contestó algo que llamó mi atención poderosamente: “Igual de mexicano, pero menos orgulloso de México”.

«¿Por qué estás menos orgulloso de México?», le pregunté, tratando de explicarme esa dualidad entre sentirse orgullosamente mexicano, pero decepcionado de su país. La respuesta que me daba Andrés fue potente: “Porque ya vimos que sea quien sea (gobierno), la corrupción está muy arraigada. Casi nadie respeta las reglas. Ya no hay civismo…”, siguió escribiendo una serie de sucesos que vivimos, incluso en el equipo de futbol al que pertenecemos.

Recuerdo haber platicado alguna vez de este tema con el mundialmente conocido escultor Enrique Carbajal, mejor conocido como “Sebastián” (a quien tengo el honor de llamar amigo). En esa ocasión, el gran artista nos mostraba su preocupación por que el sentido de la “mexicanidad” se iba diluyendo de manera significativa. La pequeña mesa que escuchábamos al maestro coincidimos en que las nuevas generaciones han sufrido la idea clara de la importancia de ser mexicanos, con toda la extensión de la palabra.

Sebastián, siempre ecuánime, nos explicó sobre la obra que “levantó” en Ciudad Juárez, Chihuahua, la cual fue llamada “La equis”. “Se trata de retomar el mestizaje, el crisol entre la cultura española y mexicana. Se trata de un color que ha marcado nuestra tierra, el rojo, de sangre y batallas cruentas. Se trata de recordar que una “X” es el símbolo de la diferenciación del lenguaje de los conquistadores que se aferraban con la “J” en medio de la palabra de nuestro país”.

Nunca olvidaré esa extensa y apasionada explicación de su obra. Sus ojos mostraban el furor que tenía al hablar de retomar nuestros principios y luchar por ellos. No habló de partidos políticos, gobiernos o divisiones sociales. Sino de volver a esa idea que de niños nos forjaron, a ese momento que definió nuestro civismo y la defensa de nuestros valores patrios.

Este día por la noche, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador dará su tercer “Grito de Independencia”. Lo hará frente a la plaza que le ha dado mayores triunfos y recuerdos de alegría: El Zócalo de la Ciudad de México. Paradójicamente, una vez más, tendrá que ser con un aforo muy limitado, muy lejano a los cientos de miles que durante años han coreado su nombre y lo han exaltado a fin de que llegara al puesto que hoy ostenta.

Llegamos a un 15 de septiembre con una pandemia que nos sigue amenazando y que a muchos nos ha dejado fuertes secuelas de salud, tristeza y duelo. Llegamos sobreviviendo a dificultades económicas, psicológicas y otros flagelos.

En una polarización infinita, una ardua pelea entre bandos que teniendo exigencias justas, llegan a la ofensa y el linchamiento entre unos y otros.

Pero México sigue estando de pie. Un país resiliente, que se ha levantado de las desgracias más complejas y dolorosas.

Ser mexicano va más allá de nuestras torpezas o errores, de nuestro ingenio y humor. Tiene que ver con principios básicos que aunque muchos olvidamos, podemos volver a ellos. Finalmente, el amor en conjunto hacia el país, será el que restaure a una nación que se crece en medio de la sangre, la violencia y el dolor.

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Facebook

Publicidad
Publicidad

Lo más visto