Conecta con nosotros

Salud y Bienestar

Flatulencias y pedos: siete beneficios para nuestra salud

Las flatulencias, es decir los gases que se crean en nuestro aparato digestivo, especialmente en el colon, último tracto intestinal, se generan principalmente cuando comemos alimentos con fibra vegetal, que nosotros no podemos digerir pero que los microorganismos de la flora sí usan como alimento.

Son un subproducto de la fermentación de esta fibra para utilizarla como energía -sobre todo por parte de las bacterias, pero también por levaduras y protozoos- y tienen una gran proporción de metano, hidrógeno, nitrógeno molecular y dióxido de carbono, además de otras moléculas, en menor volumen, que son las responsables de su mal olor: el ácido butírico, que huele a mantequilla rancia, o el sulfuro de hidrógeno, que ofrece el característico olor a huevos podridos.

Las flatulencias y su expulsión, es decir las ventosidades -también llamadas pedos, cuescos, gansas o ll ufas– pueden ser vistas como una falta de adaptación evolutiva a la comida vegetal, ya que somos de origen carnívoros cazadores, o bien como uno de los resultados de la simbiosis con las bacterias de la flora intestinal, y por tanto como algo que aporta beneficios. Abundando en esta segunda tesis, este artículo explica siete beneficios de las flatulencias y los pedos para nuestra salud.

1. Las flatulencias previenen la formación de divertículos

La diverticulosis es un fenómeno natural con la edad en el intestino de los seres humanos. Se trata de la tendencia del colon a formar pliegues en algunos de sus tramos, que pueden quedar sellados en pequeñas bolsas que dejen atrapadas partes de la flora inestinal. Estas bolsas se llaman divertículos y tienen el problema de que reducen la superficie de absorción intestinal y pueden inflamarse porque la flora encerrada produzca elementos tóxicos al no recibir alimento.

La flatulencia, al ser un gas que se expande, hincha el intestino como un globo, evitando la formación de divertículos o deshaciéndolos antes de que queden sellados. Es por ello que la formación de divertículos es frecuente en las personas que comen poca fibra vegetal y en cambio no se produce en las que tienen una alimentación con gran presencia de vegetales.

2. Evitan que deriven en una diverticulitis

Si el divertículo se inflama por causa de las toxinas producidas por la flora intestinal o por que retiene alimento que se pudre, entonces deriva en una diverticulitis, que puede producir grandes dolores. Como ya hemos dicho, una dieta rica en fibra vegetal que provoque flatulencias es un salvoconducto contra la diverticulosis y también la diverticulitis.

3. Son una barrera contra posibles peritonitis

La fase final de la inflamación de un divertículo puede ser el estallido y laexpulsión de gran número de bacterias por todo el cuerpo, con lo que se producirá una peritonitis y una septicemia, es decir una infección generalizada que fácilmente puede acabar en muerte. Esta casuística extrema no es imposible en personas de edad avanzada que tienen dietas donde la fibra está ausente.

 

4. Constituyen un sistema de alerta dietético

Si tenemos una dieta equilibrada y rica en fibra, nuestro ritmo de ventosidades será bastante regular y estaremos acostumbrados a él. Ahora bien, si notamos que este ritmo se altera o que nuestras ventosidades tienen un olor anormal, podemos inferir que algún elemento de nuestra dieta nos ha sentado mal, ya sea por intoxicación o intolerancia. Esto nos permite corregirla o acudir a un médico para prevenir males mayores.

5. Seleccionan la flora intestinal

La flora intestinal es un conjunto de microorganismos que vienen en nuestro intestino, pero no son todos de la misma especie sino que conviven varias en lucha unas con las otras. Muchas de ellas son beneficiosas pero otras pueden provocarnos intoxicaciones. Lo normal es que estas últimas estén en menores proporciones, pero si su numero crece nos darán problemas intestinales.

Algunos estudios indican que los gases producidos en la fermentación de la fibras, es decir las flatulencias, ayudan a mantener bajo control a las poblaciones de la microbiota maligna o al menos adversa a nuestros intereses, ya que crean un ambiente tóxico que dificulta su crecimiento.

6. Oler pedos de vez en cuando previene frente a ciertas enfermedades

Un estudio de 2014 de la Universidad de Exeter, Reino Unido, apuntó a que la introducción en el cuerpo de pequeñas cantidades de sulfato de hidrógeno, o ácido sulfuroso, podría reparar daños en célular enfermas, concretamente a nivel del ARN mitocondrial, con lo que disminuía la posibilidad de sufrir enfermedades vasculares, coronarias e incluso diversos tipos de cáncer. Las ventosidades contienen el característico olor a huevos podridos del ácido sulfuroso y por tanto olerlas, en pequeñas doisis, eso sí,  podría ser beneficioso en este sentido.

7. Tonifican el esfínter y el suelo pélvico

Tener cierto control de las ventosidades no es malo, sin embargo; no solo para los demás, ya que su olor en general nos repugna, sino también para mantener en forma nuestro esfínter anal. Tener el ano tonificado es importante para evitar casos de incontinencia y controlar el tránsito fecal. Además, involuntariamente ejercitamos los músculos de la base de la pelvis, el llamado suelo pélvico, con lo que los fortalecemos de cara a mantener mejores relaciones sexuales y también, en individuos de edad madura, para evitar las pérdidas de orina.

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo
Publicidad Caleb Ordoñez 

Salud y Bienestar

Esta es la hora del día en la que más se queman calorías, según un estudio

¿Quieres bajar de peso? Entonces debes saber que para hacerlo es necesario todo un plan que contemple buena alimentación y actividad física. Sin embargo, surgen muchas dudas a la hora de hacerlo, entre ellas, cuál es el mejor ejercicio para lograrlo; la ciencia ya respondió esta interrogante y además, dio un plus: la hora del día en la que más se queman calorías y en la que seguro reducirás las tallas que tanto deseas. ¿Imaginas qué hora es? Y sí, no es la que esperas.

El secreto mejor guardado para bajar de peso está en la hora del día en que realices ejercicio, porque, de acuerdo con expertos, ésta influye en la quema de calorías, por lo que tendrás mejores resultados. Olvídate de hacer dietas extremas y de consumir productos que prometen adelgazar, mejor pon atención en el momento del día en que entrenas, porque éste es la clave del éxito para reducir tallas.

¿En qué hora del día se queman más calorías cuando haces ejercicio?
De acuerdo con investigadores de la revista inglesa Current Biology el metabolismo quema 10% más de calorías entre las 5 de la tarde y las 7 de la noche. El estudio para determinar este horario contempló el análisis de un grupo de personas reunida en un laboratorio durante un mes.

En este laboratorio no había ventanas ni relojes, con la finalidad de que los participantes no midieran el tiempo y sencillamente comieran y durmieran a la hora que su organismo se los pedía. Una vez que concluyó la prueba, su tasa metabólica era más alta a principios de la noche, en la que se quemaban aproximadamente 130 calorías más, incluso en estado de reposo.

La investigación, que fue desarrollada por expertos del ritmo circadiano, revelo así que los participantes quemaron más calorías al final de la tarde y en las primeras horas de la noche. Con esta información ahora puedes planear tus rutinas de ejercicio a estas horas de día o bien, permitirte alguno de tus guilty pleasures con toda la confianza, sin temor a que tu peso aumente.

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo

Salud y Bienestar

Que los miomas no se conviertan en infertilidad

México.- Se estima que el 60% de las mujeres llegan a tener miomatosis a lo largo de la vida, con una mayor incidencia en la quinta década, incluso en el 70% de la población femenina. Algunos de sus síntomas son: sangrado uterino, dolor pélvico y dificultades para la concepción. Además, sus principales factores de riesgo son los antecedentes familiares, donde se incrementa 2.5 veces cuando se tiene un familiar con este trastorno y 5.7 veces cuando un familiar los tuvo antes de los 45 años, menciona el Dr. Jorge Carrasco Rendón, ginecólogo y obstetra del Centro Médico ABC.

Los fibromas uterinos, también conocidos como miomas, son los tumores uterinos benignos más comunes. Aparecen en el 60% de las mujeres antes de los 40 años y en el 80% de las mujeres antes de los 50 años; pueden ocasionar infertilidad en 2-3%. La posibilidad de que sean malignos es del 1 al 2%.[2]

“Las niñas desde que son bebés pueden tener miomas microscópicos. Hay que recordar que los miomas responden a los estímulos hormonales que produce el ovario, principalmente de estrógenos que comienzan a crecer cuando la mujer inicia su periodo menstrual”, señala.

De acuerdo con el experto, algunos de los principales problemas que causan los miomas son:

-Hemorragia durante el periodo menstrual. Suele ser más abundante de lo normal y prolongarse todo el mes.
-Problemas de fertilidad. Los miomas, al deformar el útero, ocupan el espacio donde se gestaría el bebé, es decir, en la capa llamada endometrio. Al crecer dentro de esta impiden el embarazo.
-Compresión a órganos adyacentes. El útero se encuentra entre la vejiga y el recto por lo que puede haber micciones frecuentes y trastornos intestinales.
-Molestia en la actividad sexual, infección en las vías urinarias recurrentes u orinar frecuentemente.
-Dolor durante la menstruación, que conforme van avanzando los años, se intensifica.

Ahora bien, los miomas tienen diferentes tamaños, pueden ser microscópicos o de gran tamaño llegando a pesar hasta 5 kilos. Por lo que los síntomas no estarán relacionados al tamaño sino a su localización.

“Pueden estar localizados en el endometrio y causar hemorragias, llamados miomas submucosos o en la capa intermedia o muscular del útero, llamados miomas intramurales, hay otros que se llaman miomas subserosos que se encuentran en la capa más externa muscular. Todos pueden crecer y comprimir los órganos adyacentes”, manifiesta el Dr. Carrasco.

Para identificar los miomas, el especialista refiere que se debe poner atención cuando la mujer no puede embarazarse, por dolor en el periodo y menstruaciones abundantes. Señala que la mayoría de las pacientes comienzan con síntomas entre los 40 y 50 años, sin embargo, en las pacientes más jóvenes el diagnóstico generalmente se da por la sospecha de infertilidad.

En cuanto al tratamiento, el especialista subraya que no todas las pacientes van a requerirlo. Hay medicamentos que se utilizan para reducir el tamaño, pero no existe un medicamento que los quite totalmente. “Depende de las necesidades de cada paciente, si una mujer desea embarazarse, la opción es quitarle los miomas o, si persiste con dolor o sangrado menstrual en mujeres que se encuentran en la menopausia, se propone retirar el útero”.

Explica que para tratar los miomas es importante conocer la localización de estos e individualizar a cada paciente. En el caso de una mujer joven que tiene problemas de fertilidad y tiene miomas que están ocupando la cavidad del endometrio, se puede hacer un examen para introducir una cámara dentro del útero y rasurar o quemar los miomas para que quede pareja la capa interna y no interfiera en la formación del embrión.

Otra técnica es la cirugía laparoscópica, llamada miomectomía de mínima invasión, no obstante, cuando se trata de un tumor muy grande, la opción será hacer cirugía abierta. En todos los casos, los médicos deben estar entrenados en los diversos tipos de procedimientos que existen para resolver el problema de forma eficaz.

Asegura que en la consulta diaria se encuentra a tres pacientes con miomas, lo cual demuestra que hay una incidencia elevada. Generalmente, la paciente llega porque tiene dolor durante su periodo menstrual, mucho sangrado, no puede tener relaciones sexuales o porque no se puede embarazar.

Advierte que no es normal que haya menstruaciones dolorosas o con coágulos. “La mujer no debe aguantarse, si nota que cambia el ritmo menstrual algo está pasando, si el sangrado de la menstruación es de 4 a 5 días, pero de repente sangra de 10 a 15 días no es normal y debe revisarse”, apunta el Dr. Jorge Carrasco.

Finalmente, invita a las pacientes a que visiten a su ginecólogo, que les hará una exploración física y ultrasonido para detectar los miomas, o bien, una resonancia magnética o tomografía para evaluar el momento adecuado de dar tratamiento o llevar a cabo un proceso quirúrgico.

Escribe tu comentario

Comentarios

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Facebook

Publicidad
Publicidad

Lo más visto