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Excolaboradora de Trump revela que exempleados reciben dinero por su silencio

Omarosa Manigault Newman, exasesora de la Casa Blanca, afirma que varios de los exallegados del presidente estadunidense Donald Trump reciben alrededor de 15 mil dólares mensuales «por su silencio», una cifra que parece ser confirmada por registros oficiales.

Manigault Newman, fuera de su cargo desde diciembre del año pasado, afirma haberse negado a firmar un acuerdo de no divulgación que otros exfuncionarios presuntamente aceptaron bajo la fachada de un trabajo remunerado.

«No me estaban ofreciendo un trabajo real […] realmente no les importaba si aparecía [en el trabajo]», aseveró la exasesora a NBC, precisando que ese contrato le habría prohibido hacer cualquier comentario que pudiera dañar al presidente.
Pese a que la veracidad de estas afirmaciones no ha sido verificada, registros financieros electorales citados por ABC News confirman que pagos cercanos a ese monto han sido realizados a algunos exfuncionarios, entre ellos, dos que sirvieron en puestos clave en la Casa Blanca.

En concreto, Keith Schiller, jefe de seguridad de la Organización Trump, guardaespaldas personal del presidente y jefe de operaciones de la Oficina Oval hasta septiembre de 2017, recibió pagos mensuales tras su salida al igual que otros exasesores como John McEntee, asistente personal del presidente hasta marzo de este año, de parte de la campaña presidencial de Trump de cara a una potencial reelección en el 2020.

La exasesora había desvelado preocupantes grabaciones como parte de las «cosas muy corruptas» que prometió revelar en torno a la Administración Trump. Sus declaraciones coinciden con la promoción de su nuevo libro sobre la Casa Blanca, calificado por la portavoz presidencial, Sarah Sanders, como «plagado de mentiras».

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Acusan miles de salvadoreños a Bukele de socavar la democracia

Miles de salvadoreños marcharon ayer por las calles de la capital para protestar contra el presidente Nayib Bukele, a quien acusan de atacar a las instituciones democráticas para consolidarse en el poder.

En el centro de los reclamos están la reciente ley que permitió la adopción del bitcoin como moneda de curso legal y la destitución de magistrados de la Corte Suprema y del fiscal general en mayo, medidas controvertidas porque fueron impuestas por la mayoría oficialista en el Congreso sin consulta previa.

Los manifestantes, que vandalizaron un cajero donde es posible intercambiar la cibermoneda por dólares, cuestionan también un reciente fallo de magistrados aliados de Bukele que permitiría su reelección inmediata, actualmente prohibida por la Constitución.

Es importante decir esta mañana: ¡Basta ya! Lo que está haciendo el gobierno es un actuar prepotente, es autoritarismo”, dijo Dora Rivera, una manifestante de 49 años.

No me gusta nada la gestión de él (Bukele), siento que es un niño caprichoso”, afirmó Norelbia Arias, una estudiante de 28 años.

Mostrando pancartas con consignas como “Respeto a la Constitución”, “Frente a la dictadura, resistencia y rebeldía popular” o “No al bitcoin”, los manifestantes, procedentes de diferentes sectores de San Salvador, cerraron en la céntrica plaza Francisco Morazán.

Las manifestaciones ocurren pese a que Bukele, en el poder desde 2019, goza de amplia popularidad y ha capitalizado el descontento ciudadano respecto de los partidos tradicionales que gobernaron el país por tres décadas.

Dicen que el vandalismo fue hecho por infiltrados, pero han hecho vandalismo en todas sus manifestaciones”, comentó Bukele en Twitter.

El mandatario mostró imágenes de una mujer enmascarada destruyendo a patada limpia el vidrio de seguridad de la caseta.

En la marcha, que congregó a unas 4,500 personas, de acuerdo con los organizadores, aunque no hay datos oficiales, participaron sindicalistas, universitarios, médicos, campesinos, abogados, comunidades LGBTI, indígenas y políticos de la oposición.

Para los organizadores, se trató de la concentración “más numerosa” contra el gobierno de Bukele, en los dos años que lleva de gobierno. no hay cifras oficiales sobre la participación.

Fuente: Excelsior

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Gimnastas víctimas de abusos piden justicia por los errores del FBI en el caso de Larry Nassar

Cuatro gimnastas estadounidenses dieron su sentido testimonio este miércoles ante una audiencia del Senado convocada para investigar las negligencias del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la gestión del caso de abuso contra Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia de EE.UU.

Nassar fue sentenciado a entre 40 y 125 años de prisión en 2018 por abusar sexualmente durante 20 años de más de 150 gimnastas, la mayoría menores de edad. Sin embargo, un reciente informe publicado el pasado mes de julio arrojó luz sobre los numerosos errores y encubrimientos por parte de los agentes del FBI, que permitieron que los abusos continuaran meses después de que las víctimas hubieran denunciado los crímenes.

El informe revela que, pese a la gravedad de las acusaciones contra Nassar, la investigación del FBI se vio ralentizada, mientras que dos agentes encargados del caso mintieron durante su interrogatorio cuando se presentaron pruebas de las inconsistencias de su investigación.

Ahora, cuatro de los cientos de mujeres que sufrieron los abusos piden que se haga justicia para garantizar que los responsables rindan cuentas.

Una de las víctimas de Nassar, la excapitana del equipo olímpico estadounidense en los JJ.OO. de 2012 y 2016, Aly Raisman, declaró que no puede «creer en un futuro seguro para niños», si no le dan una respuesta sobre las insuficiencias de la investigación.

Por su parte, la famosa gimnasta estadounidense Simone Biles denunció ante la audiencia que las víctimas de los abusos de Nassar «sufren y continuarán sufriendo», dado que «nadie ha hecho lo necesario para protegerlas».

«No quiero que otra joven gimnasta, atleta olímpica, o cualquier individuo, pase por el horror que yo y que cientos de otras sufrieron antes, en el momento y hasta el día de hoy a raíz del abuso de Larry Nassar. Para ser clara, culpo a Larry Nassar y también culpo a todo el sistema que permitió y perpetuó su abuso», aseveró Biles entre lágrimas.

Según Biles, a pesar de que Nassar «está donde pertenece», los agentes que ralentizaron el caso deben responder por los errores graves cometidos durante la investigación. «¿Cuánto vale una niña?», se preguntó Biles. «Nos han fallado y merecemos respuestas», añadió.

Paralelamente, la gimnasta Maggie Nichols reveló durante su intervención que le pidieron que no hablara con nadie sobre los abusos para que no afectara al caso, aunque más tarde descubrió que, en realidad, no se estaba llevando a cabo ninguna investigación.

Por su parte, McKayla Maroney, que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2012, dijo directamente que su denuncia fue ignorada por los agentes. «Tras un minuto de silencio, [el agente] me preguntó: ‘¿Eso es todo?'», reveló Maroney. La mujer subrayó que el abuso fue «minimizado y pasado por alto por la gente que debería haberla protegido», como si los crímenes cometidos no hubieran sido lo suficientemente graves.

«¿Qué sentido tiene denunciar abusos si nuestros propios agentes del FBI van a encargarse de enterrar el informe en el cajón de su mesa?», se preguntó.

Fuente: RT

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