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Opinión

OCTAVIO PAZ LOZANO. CENTENARIO por FRANCISCO RODRIGUEZ PEREZ

OCTAVIO PAZ, EL CENTENARIO

Francisco Rodríguez Pérez

 

El 31 de marzo de este 2014 fue un día de grandes homenajes, nacionales e internacionales, para el Nobel Mexicano de Literatura, Octavio Paz Lozano, en el Centenario de su Natalicio.

 

Chihuahua y sus autoridades -en concordancia con el Congreso de la Unión- se anticiparon a los eventos, desde enero, en este reconocimiento, cuando la Junta de Coordinación Parlamentaria, presentara el dictamen al Pleno  del H. Congreso del Estado y se aprobara que todos los documentos oficiales de la entidad, durante todo el año, contengan la leyenda alusiva al 2014 como el Año del Centenario del Natalicio de Don Octavio Paz Lozano.

 

Como antecedente, el 15 de enero de 2014 fue presentada la Iniciativa con carácter de Decreto por la Diputada Laura Domínguez Esquivel, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, a efecto de que las Instituciones Públicas dependientes de los tres Poderes del Estado, administración centralizada, descentralizada y paraestatal, así como a los sesenta y siete Municipios integrantes del Estado Libre y Soberano de Chihuahua, impriman la leyenda “2014, Año del Centenario del Natalicio de Don Octavio Paz Lozano”, en todos los documentos oficiales que tengan a bien elaborar con motivo y en ejercicio de sus funciones y facultades, durante el transcurso de todo el año citado.

 

La Iniciativa se sustenta bajo los siguientes argumentos: Octavio Paz Lozano nació en la Ciudad de México el 31 de marzo de 1914, y su deceso fue el 19 de abril de 1998. Fue un poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, Premio Nobel de Literatura en 1990.

 

Se le considera uno de los más influyentes escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos. Su extensa obra abarcó géneros diversos, entre los que sobresalieron poemas, ensayos y traducciones.

 

Su educación se inició en los Estados Unidos, regresó a México en 1920 con su padre, quién falleció en 1936. Después de la muerte de su padre, se trasladó a España para combatir en el bando republicano en la guerra civil, y participó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Al regresar a México fue uno de los fundadores de “Taller” (1938) y El Hijo Pródigo.

 

Estudió en el Colegio Williams, la preparatoria en el Colegio Francés Morelos, y la licenciatura en las facultades de Derecho y Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En 1937 viaja a Yucatán y comienza a escribir Entre la piedra y la flor, poema sobre la dramática explotación del campo y el campesino yucateco.

 

Estuvo casado con Elena Garro, con quien tuvo una hija, Laura Helena, quien falleció el 30 de marzo, un día antes del homenaje y el reconocimiento internacionales por el centenario del natalicio de su padre.

 

En 1959 se unió a Bona Tibertelli de Pisis, con quien convivió hasta 1965, mientras era embajador de México en la India.

 

Al año siguiente contrajo matrimonio con Marie José Tramini, su compañera hasta el final.

 

En 1937, invitado a España durante la guerra civil como miembro de la delegación mexicana al Congreso Antifascista, mostró su solidaridad con los republicanos, conoció y trató a los poetas de la revista Hora de España, cuya ideología política y literaria influyó en su obra juvenil.

 

A su regreso de España, participó en 1938 como cofundador en la revista literaria Taller, en la que escribió hasta 1941. En 1943 obtuvo la Beca Guggenheim e inició sus estudios en la Universidad de California, Berkeley en los Estados Unidos. Dos años después comenzó a servir como diplomático mexicano, destinado a Francia, donde permaneció hasta 1951, conoció a los surrealistas, que le influyeron, y colaboró en la revista Esprit.

 

Durante esa estancia, en 1950, publicó El laberinto de la soledad, un innovador ensayo antropológico sobre los pensamientos y la identidad mexicanos.

 

De enero a marzo de 1952 trabaja en la embajada mexicana en la India y después, hasta enero de 1953, en Japón. Regresa a la Ciudad de México a dirigir la oficina de Organismos Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1954 tuvo una participación muy estrecha en la fundación de la “Revista Mexicana de Literatura», influida políticamente con la idea de la llamada “tercera vía”. El primer número fue el de septiembre-octubre de 1955, y contó con su apoyo hasta que 4 años más tarde regresó a Europa. En 1959 fue a París y tres años después fue designado embajador en la India.

 

En 1968, estando en Nueva Delhi, tuvo lugar la masacre de Tlatelolco como parte del Movimiento de 1968 en México, el 2 de octubre. En señal de protesta, Paz renunció a su cargo de embajador, dejando patentes sus diferencias con el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

 

Los próximos años los dedica a trabajar en diversas universidades estadounidenses, como las de Texas en Austin, Pittsburgh, Pensilvania y Harvard.

 

En octubre de 1971 funda la revista Plural, que dirigiría hasta su desaparición en 1976.

 

De este año hasta su muerte, el 19 de abril de 1998, Octavio Paz siempre estuvo alerta ante los cambios que se iban produciendo en el campo de la poesía y estuvo experimentando, de modo que su poesía, como toda poesía profunda, acabó por convertirse en una manifestación muy personal y original, al grado de recibir innumerables premios y reconocimientos, empezando con el Xavier Villaurrutia en 1957 por El arco y la lira.

 

Miembro de El Colegio Nacional a partir del 1 de agosto de 1967, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura 1977 y en ese mismo año el Premio Jerusalén. Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1978, obtuvo el Premio Ollin Yoliztli, en 1980. Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Harvard en 1980, logró el Premio Cervantes 1981, el Internacional Neustadt de Literatura 1982, el de la Paz del Comercio Librero Alemán, en 1984, el Internacional Alfonso Reyes 1985, el Mazatlán de Literatura 1985 por Hombres en su siglo, y el Internacional Menéndez Pelayo 1987.

 

En 1990 obtuvo el Premio Nobel de Literatura.

 

 

 

Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana en 1991, recibe el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1993 a su revista Vuelta. Miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua a partir del 26 de agosto de 1997, obtiene el Premio Nacional de Periodismo de México 1998 en reconocimiento a su trayectoria.

 

“Fue el primer escritor mexicano que recibe un Premio Nobel, y al paso de los años, su figura y su recorrido se engrandecen, pues cada vez surgen reconocimientos post mortem a su destacada trayectoria como tal vez el intelectual mexicano más destacado del siglo XX”, expone la Diputada Domínguez Esquivel.

 

“Una servidora considera que es un momento importante también para abanderar por este Congreso, temas que abonen a aspectos culturales, que se fomente por todos los medios posibles, que en nuestro Estado conocemos y reconocemos a los mexicanos que con su obra, han trascendido las fronteras del tiempo, del espacio y de las letras, razones que sustentan este reconocimiento”, agrega la legisladora.

 

En sus consideraciones, la Junta de Coordinación Parlamentaria, abunda en la información relativa a Octavio Paz Lozano, hijo de Josefina Lozano y Octavio Ireneo Paz (intelectual militante de la Revolución Mexicana y que tuvo influencia en el programa social de Emiliano Zapata). Fue uno de los más grandes poetas y ensayistas del siglo pasado, siendo un prolífico escritor que abarcó varios géneros cubriendo una extensa rama de estilos literarios.

 

“Colaboró activa y constantemente en el impulso de la cultura y el conocimiento, a través de la fundación, publicación y participación de innumerables revistas, desenvolviéndose al mismo tiempo como periodista, conferencista y diplomático; sin duda un literato preocupado por las condiciones sociales de su país, formado por el conocimiento y la reflexión crítica de las corrientes restauradoras e ilustradas de México entre los siglos XIX y XX; a lo largo de su vida se entregó como uno de los grandes interlocutores de filósofos, escritores, politólogos y pensadores del mundo occidental”, agrega la JCP.

 

“Sus obras engloban la filosofía, la poesía, el ensayo, la historia, el arte, la música, las relaciones internacionales, entre otros. Como los más sabios de la historia, se esforzó por llegar a lo más alto del conocimiento, enfrentándose a la ignorancia, la envidia, y la difamación; su escritura manifestó siempre una comprensión clara de nuestro país desde sus raíces, para a partir de ella, hacer una aportación importante a nuestra cultura”, evalúa el cuerpo colegiado del H. Congreso.

 

 

 

 

“Sin lugar a dudas, Paz contribuyó notablemente con la literatura mexicana y universal, sus obras deben estar por siempre presentes en el colectivo nacional”, concluye.

 

La JCP recuerda que en octubre del año pasado, con el fin de reconocer a uno de los intelectuales con mayor reconocimiento en el mundo, quien fuera galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1990, el Congreso de la Unión integró la Comisión Especial para Conmemorar el Centenario del Natalicio de Octavio Paz, la que entre sus principales objetivos estuvo el suscribir una iniciativa para que el 2014 sea considerado como el Año de Octavio Paz.

 

“Por ello, en concordancia con las acciones de nuestro máximo Órgano Legislativo nacional, y aunado a las celebraciones por los 100 años de su nacimiento que se cumplen el 31 de marzo próximo, es que Este H. Cuerpo Colegiado coincide plenamente con la Diputada, considerando oportuno conmemorar el Centenario del natalicio de este personaje, quien fuera uno de los pensadores mexicanos más destacados del siglo XX, tal y como se nos presenta en su amplia biografía; siendo justo rendirle homenaje a un hombre distinguido, a este gran pensador, reconociendo las altas virtudes culturales que nos heredó. Toda vez que la patria y la nación se edifican tanto con hechos memorables, así como con acciones simbólicas que se sostengan y funden la identidad y el imaginario social, y que es con nuestra cultura, formada en gran parte por los grandes ilustrados, que establecemos el diálogo con las diferentes ideologías en el mundo.”

 

Así pues, en su Decreto, la Sexagésima Cuarta Legislatura del Honorable Congreso del Estado, declara al 2014 como el Año del Centenario del Natalicio de Don Octavio Paz Lozano, e invita a las Instituciones Públicas dependientes de los tres Poderes del Estado, administración centralizada, descentralizada y paraestatal, así como a los sesenta y siete Municipios integrantes del Estado Libre y Soberano de Chihuahua, a que impriman la leyenda “2014, Año del Centenario del Natalicio de Don Octavio Paz Lozano”, en todos los documentos oficiales que tengan a bien elaborar con motivo y en ejercicio de sus funciones y facultades, durante el transcurso del año.

 

De esta forma, el pueblo de Chihuahua y sus autoridades participan en el homenaje y reconocimiento a Octavio Paz en el Centenario de su Natalicio. Celebremos, entonces, la presencia y la trayectoria de nuestros grandes mexicanos universales. ¡Hasta siempre

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Opinión

Diplomacia. Por Raúl Saucedo

Estirar la liga

En un mundo interconectado y globalizado, la diplomacia como máxima de la política entre las naciones se erige como un pilar fundamental para el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la cooperación. La importancia de la diplomacia radica en su capacidad para resolver conflictos, fomentar el diálogo y promover el entendimiento mutuo en un escenario internacional cada vez más complejo y diverso.

La diplomacia, en su esencia, consiste en el arte de la negociación y el manejo de las relaciones internacionales entre los países. A través del diálogo y la negociación, los diplomáticos buscan alcanzar acuerdos y soluciones que beneficien a todas las partes involucradas. En un mundo marcado por la interdependencia y la multiplicidad de actores internacionales, la diplomacia se convierte en una herramienta indispensable para abordar los desafíos globales, como el cambio climático, las guerras, la migración y la inequidad de la riqueza.

Conforme a lo antes expuesto querido lector usted habrá de traer a su pensamiento lo recientes sucesos en el país de Ecuador, donde la diplomacia (si es que existió) fracaso a tal modo dejó como estela imágenes de la irrupción de las fuerzas del orden ecuatorianas en la sede diplomática de México en aquel país Sudamericano.

Pero que es lo que esconde este “asalto” y falta grave a la diplomacia internacional, permítame tratar de resumirlo, antes de ello pongo a referencia para su consulta una columna que escribí en el pasado mes de enero donde hablo precisamente del perfil del presidente de ecuador Daniel Noboa (1).

Vayamos pues. La interrupción a una sede diplomática no es una acción tomada a la ligera, sino que implica la participación de fuerzas armadas, empresarios, partidos políticos y miembros del gobierno, y se planifica cuidadosamente considerando sus repercusiones. En el caso del asalto a la embajada de México en Quito por parte de la policía ecuatoriana, se sugiere que esta acción fue plenamente planificada, lo que lleva a cuestionar la verdadera autoridad del presidente ecuatoriano sugiriendo que su padre, el empresario Álvaro Noboa (Perdedor de 5 contiendas presidenciales), ejerce el poder en la sombra. Aunque la crisis diplomática resultante pueda revertirse a corto plazo, Ecuador logra momentáneamente su objetivo de impedir la salida al exilio del ex vicepresidente Jorge Glas Espinel.

Jorge Glas Espinel quien es el epicentro de la disputa diplomática fue vicepresidente de dicho país durante 2 periodos (Rafael Correa y Lenin Moreno), durante ese periodo Glas fue condenado a 8 años de cárcel por recibir sobornos de la constructora brasileña Odebretch, en un caso que abarca diferentes gobiernos de toda América Latina,  entre ellos México.

Jorge Glas Espinel. Salió del gobierno de Lenin Moreno y se entregó a las autoridades para cumplir su condena, pero por medio de los recursos jurídicos pudo obtener la libertad condicional a la mitad de su condena. Los procesos en su contra se mantuvieron y a finales de 2023, ya durante el gobierno de Daniel Noboa, lo citaron para que diera explicaciones

sobre el manejo de fondos sobre el terremoto que había ocurrido en la provincia de Manabí, (7 años antes).

Glas entonces buscó refugio diplomático en la embajada de México. Durante estos meses, las acciones judiciales para que el gobierno de México lo entregara no tuvieron éxito, acogiéndose nuestro país a la figura de “huésped” misma que no existe en el derecho internacional, no fue sino hasta las declaraciones del ejecutivo federal sobre el pasado proceso ecuatoriano donde empezó la tensión entre las naciones, declarando la no gratitud de la presencia de la embajadora de México en Ecuador y la declaración del asilo político de Glas misma que quizá fue tardía y sobre reaccionada ya con el conflicto encima.

Todo lo anterior expuesto desencadenó que la madrugada de este sábado un grupo de uniformados entró por la fuerza y en forma irregular a la sede diplomática y se llevó por la fuerza al dos veces vicepresidente Glas.

A la fecha México ha sido arropado por diferentes naciones y organizaciones internacionales referente a los sucesos, esto no puede marcar una directriz referente al futuro de las naciones, la respuesta tiene que ser enérgica y contundente.

Mientras los juristas y jugadores de padel definen como territorio mexicano la Embajada, yo apelo solamente a la condición de extraterritorialidad en el espacio de las casonas. Mientras tanto hago votos para que la situación se resarza silbando y cantando aquella del maestro Joaquín Sabina…. “De Sobra sabes que eres la primera.”

(1) https://segundoasegundo.com/el-milenial-por-raul-saucedo/

@Raul_Saucedo rsaucedo@uach.mx

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