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Cuatro décadas de abusos sexuales en la escuela de élite donde estudiaron los Kennedy

Choate Rosemary Hall es uno de los centros de sangre azul al que acuden los hijos de la élite estadounidense para formarse. Está situado en la localidad de Wallingford, en Connecticut, a dos horas en coche desde la ciudad de Nueva York. Por ahí pasaron el expresidente John F. Kennedy y su hermano Joseph. La prestigiosa escuela está ahora en el centro de un escándalo por ocultar durante décadas dos docenas de casos documentados de abusos sexuales.
Una investigación interna revela ahora, en un informe hecho público este jueves de 48 páginas, que al menos 12 antiguos profesores del centro abusaron de los estudiantes. “El detalle es devastador”, reconoce en una carta el consejo de fiduciarios de la escuela. Las acusaciones incluyen besos y contactos íntimos. En un caso se habla incluso de violación, durante un viaje escolar a Costa Rica. “La conducta de estos adultos viola la fundación de nuestra comunidad”, afirma.
El consejo ordenó la investigación después de que el The Boston Globe publicara el año pasado un artículo en el que describía un número de supuestos casos de abusos sexuales, como el de un profesor de inglés que a comienzos de los años 1980 contagió un herpes a una alumna. Choate se sumó así a los escándalos destapados de otras academias privadas como la St. George School, en Rhode Island, y los de Horace Mann y Poly Prep, en la ciudad de Nueva York.
El patrón de conducta de los profesores de Choate fue mucho mayor de lo que se pensaba. El informe se remonta dos décadas más en el tiempo, hasta los años sesenta, y los abusos continuaron hasta pasado 2010. El informe indica que ninguno de los casos de abusos por parte de los profesores fue denunciado a la policía. El centro se limitó a pedir a los maestros que dejaran la escuela. A cambio, le escribieron cartas de recomendación para que pudieran encontrar trabajo en otro lugar.
La escuela tuvo cuatro directores diferentes durante el periodo en el que se documentan los abusos sexuales de maestros a estudiantes. En los testimonios que se recogen de las víctimas, los estudiantes explican que en un primer momento se sentían “halagados” por la atención que recibían del personal docente. Pero con el paso del tiempo, señalan, se dieron cuenta de que esa relación íntima era “abusiva”. En algunos llegó a un intercambio sexual forzado o coaccionado.
Asunto interno
Es lo que sucedió en el viaje a Costa Rica, cuando el profesor de español violó a una estudiante en una piscina aprovechando que consumió alcohol. El maestro fue despedido por lo que se consideró como una causa “justa”, después de que los estudiantes comunicaran a la administración lo que había sucedido y el decano investigara las quejas. El profesor fue empleado por otras escuelas en Connecticut tras su expulsión y llegó a ser director de colegio de secundaria.
El informe documenta, también, que en algunos casos los profesores tuvieron relaciones sexuales con los estudiantes después de que abandonaran las escuela. En paralelo, la dirección admite, que se mantuvieron durante años las acusaciones de los estudiantes en secreto. “Se trataron internamente y en silencio”, precisa. No se dieron así explicaciones ante la expulsión o renuncia repentina de los docentes implicados y se pidió al resto que no dijera nada si les preguntaban.
El consejo escolar de Choate espera que estas revelaciones ayuden a afrontar el problema de los abusos sexuales en los colegios «de una manera franca y directa». Y para reparar daños, crea un fondo para asistir a las víctimas. De los 12 profesores identificados en la investigación, cinco ya fallecieron. Los estudiantes que sufrieron los abusos no revelan sus nombres, salvo Cheyenne Montgomery. Compartió su historia con el Globe. Fue maltratada por dos maestros antes de graduarse en 1992.

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Acusan miles de salvadoreños a Bukele de socavar la democracia

Miles de salvadoreños marcharon ayer por las calles de la capital para protestar contra el presidente Nayib Bukele, a quien acusan de atacar a las instituciones democráticas para consolidarse en el poder.

En el centro de los reclamos están la reciente ley que permitió la adopción del bitcoin como moneda de curso legal y la destitución de magistrados de la Corte Suprema y del fiscal general en mayo, medidas controvertidas porque fueron impuestas por la mayoría oficialista en el Congreso sin consulta previa.

Los manifestantes, que vandalizaron un cajero donde es posible intercambiar la cibermoneda por dólares, cuestionan también un reciente fallo de magistrados aliados de Bukele que permitiría su reelección inmediata, actualmente prohibida por la Constitución.

Es importante decir esta mañana: ¡Basta ya! Lo que está haciendo el gobierno es un actuar prepotente, es autoritarismo”, dijo Dora Rivera, una manifestante de 49 años.

No me gusta nada la gestión de él (Bukele), siento que es un niño caprichoso”, afirmó Norelbia Arias, una estudiante de 28 años.

Mostrando pancartas con consignas como “Respeto a la Constitución”, “Frente a la dictadura, resistencia y rebeldía popular” o “No al bitcoin”, los manifestantes, procedentes de diferentes sectores de San Salvador, cerraron en la céntrica plaza Francisco Morazán.

Las manifestaciones ocurren pese a que Bukele, en el poder desde 2019, goza de amplia popularidad y ha capitalizado el descontento ciudadano respecto de los partidos tradicionales que gobernaron el país por tres décadas.

Dicen que el vandalismo fue hecho por infiltrados, pero han hecho vandalismo en todas sus manifestaciones”, comentó Bukele en Twitter.

El mandatario mostró imágenes de una mujer enmascarada destruyendo a patada limpia el vidrio de seguridad de la caseta.

En la marcha, que congregó a unas 4,500 personas, de acuerdo con los organizadores, aunque no hay datos oficiales, participaron sindicalistas, universitarios, médicos, campesinos, abogados, comunidades LGBTI, indígenas y políticos de la oposición.

Para los organizadores, se trató de la concentración “más numerosa” contra el gobierno de Bukele, en los dos años que lleva de gobierno. no hay cifras oficiales sobre la participación.

Fuente: Excelsior

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Gimnastas víctimas de abusos piden justicia por los errores del FBI en el caso de Larry Nassar

Cuatro gimnastas estadounidenses dieron su sentido testimonio este miércoles ante una audiencia del Senado convocada para investigar las negligencias del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la gestión del caso de abuso contra Larry Nassar, exmédico del equipo de gimnasia de EE.UU.

Nassar fue sentenciado a entre 40 y 125 años de prisión en 2018 por abusar sexualmente durante 20 años de más de 150 gimnastas, la mayoría menores de edad. Sin embargo, un reciente informe publicado el pasado mes de julio arrojó luz sobre los numerosos errores y encubrimientos por parte de los agentes del FBI, que permitieron que los abusos continuaran meses después de que las víctimas hubieran denunciado los crímenes.

El informe revela que, pese a la gravedad de las acusaciones contra Nassar, la investigación del FBI se vio ralentizada, mientras que dos agentes encargados del caso mintieron durante su interrogatorio cuando se presentaron pruebas de las inconsistencias de su investigación.

Ahora, cuatro de los cientos de mujeres que sufrieron los abusos piden que se haga justicia para garantizar que los responsables rindan cuentas.

Una de las víctimas de Nassar, la excapitana del equipo olímpico estadounidense en los JJ.OO. de 2012 y 2016, Aly Raisman, declaró que no puede «creer en un futuro seguro para niños», si no le dan una respuesta sobre las insuficiencias de la investigación.

Por su parte, la famosa gimnasta estadounidense Simone Biles denunció ante la audiencia que las víctimas de los abusos de Nassar «sufren y continuarán sufriendo», dado que «nadie ha hecho lo necesario para protegerlas».

«No quiero que otra joven gimnasta, atleta olímpica, o cualquier individuo, pase por el horror que yo y que cientos de otras sufrieron antes, en el momento y hasta el día de hoy a raíz del abuso de Larry Nassar. Para ser clara, culpo a Larry Nassar y también culpo a todo el sistema que permitió y perpetuó su abuso», aseveró Biles entre lágrimas.

Según Biles, a pesar de que Nassar «está donde pertenece», los agentes que ralentizaron el caso deben responder por los errores graves cometidos durante la investigación. «¿Cuánto vale una niña?», se preguntó Biles. «Nos han fallado y merecemos respuestas», añadió.

Paralelamente, la gimnasta Maggie Nichols reveló durante su intervención que le pidieron que no hablara con nadie sobre los abusos para que no afectara al caso, aunque más tarde descubrió que, en realidad, no se estaba llevando a cabo ninguna investigación.

Por su parte, McKayla Maroney, que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2012, dijo directamente que su denuncia fue ignorada por los agentes. «Tras un minuto de silencio, [el agente] me preguntó: ‘¿Eso es todo?'», reveló Maroney. La mujer subrayó que el abuso fue «minimizado y pasado por alto por la gente que debería haberla protegido», como si los crímenes cometidos no hubieran sido lo suficientemente graves.

«¿Qué sentido tiene denunciar abusos si nuestros propios agentes del FBI van a encargarse de enterrar el informe en el cajón de su mesa?», se preguntó.

Fuente: RT

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