LONDRES, Inglaterra. 8 May. 2015.- Todos nos sorprendemos constantemente hablando con nuestras mascotas como si pudieran entendernos. Y los beneficios de esta relación son bien conocidos.
Pero un estudio de la Universidad de Cambridge en Inglaterra, encontró que los niños sienten tanto esa cercanía, que prefieren confiar sus secretos más profundos a sus mascotas, que a sus hermanos o hermanas.
‘NO JUZGAN’
Una de las razones principales de este comportamiento, parece ser algo también compartido por los adultos: que las mascotas, tales como perros o gatos, ‘no juzgan’.
Además, pequeños que se enfrentan a situaciones problemáticas, tales como mala salud, el fallecimiento de alguien cercano o el divorcio de sus padres, encuentran en sus mascotas ese ser que los ‘escucha’, a pesar de que los niños sepan perfectamente que no entienden lo que les puedan decir.
Matt Cassels, que llevó a cabo el estudio, afirma que muy poca atención se le ha puesto en el pasado al papel tan importante que juegan las mascotas sobre las emociones de los jóvenes.
‘Es sorprendente que estos niños no solo buscan a sus mascotas para sentir apoyo al enfrentarse a un problema, sino que lo hacen con mayor frecuencia que con sus hermanos’, dijo Cassels.
La investigación del psiquiatra se basó en un estudio de 10 años sobre 100 familias en Reino Unido.
RELACIÓN TERAPÉUTICA
El estudio sugiere que los niños, debido a esta confianza, llegan a tener relaciones más cercanas con sus mascotas que con sus hermanos.
Esto no quiere decir que sea algo negativo, ya que, sobre todo en el caso de niñas con perros, estimula comportamientos sociales tales como el ayudar, compartir y cooperar.
‘Los niños sienten que sus mascotas no los juzgan, y si a esto le sumamos que los animales no parecen tener problemas propios, es mejor. Aun un diario es terapéutico, pero las mascotas son mejores porque muestran empatía’.
‘Por lo tanto’, añadió Cassels, ‘es válido hablar de relaciones niño-mascota de la misma forma en que hablamos de relaciones niño-hermanos’.